iEste un agarrador precioso, lo encontré con nuestra amiga “Pink Rose Crochet” que si la visitas te darás cuenta de las cositas hermosas que ella tiene y algunas con gráficos como en el caso de este.
Visitando muchos Blogger pude verlo en diferentes versiones, todas muy bonitas. Hay quienes le pusieron una flor en el centro, otras tejieron todo el circulo de un solo color y solo las franjas en otro; también vi que algunas amigas combinaron las vueltas de diferentes colores y solo unieron con medios puntos y le tejieron las cadenas para formar los pétalos y aún cuando eran diferentes tenían en común el gráfico y lo hermoso.
Yo lo hice de la manera más tradicional y me encantó. Espero que te animes ha hacerlo como quieras, pero si lo haces, por favor pasa con “Pink Rose Crochet” y dale las gracias.
Aun cuando no tiene nada que ver con mi agarrador, bueno creo que un poco porque también estoy muy contenta con algo que me ha mostrado el Señor.
Hace algunos días unas personas tocaron a m puerta y me hicieron una pregunta, que aunque no era la primera vez que me la hacían, esta vez sí que me hizo pensar y la pregunta era más o menos esta. ¿Sabe usted porque hay tantas guerras, desastres naturales, violencia y tantas cosas malas en el mundo? Claro que me dieron una explicación, pero lo más allá de la explicación de las personas, Dios tiene una explicación y esa es el pecado. El pecado está provocando un gran mal a nuestras vidas, nuestras familias, nuestro mundo.
En una ocasión le hacían una entrevista a una hija de Billy Graham, un evangelista, y le preguntaban, ¿dónde estuvo tu Dios en la tragedia del 9/11 y en las del mundo? Y llena de sabiduría la mujer le contestó: “Dios es un caballero y él está donde le hemos puesto”. Hemos sacado a Dios de nuestras decisiones, de la manera de educar a nuestros hijos, de nuestras pláticas, de nuestras vidas. Y donde él no gobierna lo hace su enemigo y las consecuencias las vemos.
Tal vez surja en tu mente y ¿cómo es que esto te puso contenta? Mi gozo no está en saber quién o qué es lo que está provocando tales males. Mi regocijo está en saber que hay una solución a todo esto y no es López Obrador, ni Felipe Calderón. Dios dice:
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado,
y oraren, y buscaren mi rostro,
y se convirtieran de sus malos caminos;
entonces YO IRÉ DESDE LOS CIELOS,
Y PERDONARÉ SUS PECADOS, Y SANARÉ SU TIERRA”.
(2 Crónicas 7: 14)
¿La encontraste?
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